1ª Carta a Mariano Rajoy, presidente del gobierno.

Querido Mariano:

En primer lugar quiero recordarte que tú trabajas para nosotros. Tu contrato no es indefinido, se renueva cada cuatro años y puede rescindirse cuando no cumplas con tus funciones (para que lo entiendas, rescindir un contrato es echarte, enviarte a casa). Sí, sé que te estarás preguntando ¿cuáles son mis funciones? bien, mejor comienzo señalando algunos de tu errores:

El ex tesorero de tu partido, Luis Bárcenas, está imputado por diez delitos contra la Hacienda Pública y, mira qué cosas, aparecen unos mensajes que tú le has mandado a este tipo donde infundes ánimos al susodicho: "Hacemos lo que podemos. Luis. Lo entiendo. Sé fuerte. Mañana te llamaré. Un abrazo"

Muy mal Mariano, muy mal. Tu trabajo no consiste en consolar a los imputados por corrupción, tu trabajo es todo lo contrario: predicar con el ejemplo y trabajar para que nuestro dinero (ese que ganamos trabajando cada día, ese que aportamos con los impuestos) esté a salvo y se gestione para el beneficio de todos. 

Por otro lado, deberías controlar tu tendencia a mentir y formular respuestas más elaboradas: 

"Yo nunca le llamé" dices frente a un tribunal atónito por tu desvergüenza. Otro error. Te damos la oportunidad de explicarte e infravaloras nuestra capacidad intelectual. Te recuerdo que nosotros mandamos, que tu empleo depende de tu eficacia y, sinceramente, no has cumplido con los objetivos marcados.

Como somos muchos, nos cuesta ponernos de acuerdo, pero no te relajes porque en breve recibirás noticias nuestras y te aviso que la resolución no será muy favorable para ti.

Me despido recordándote algo: el presidente del gobierno nunca debe equivocarse de bando.